Evolución y Desarrollo de la Iconografía de La Virgen de las Angustias
Publicado por Fonsado
11/04/2014
En entradas anteriores se hizo mención a la Iglesia del Mercado y a su imagen titular: “Nuestra Señora del Mercado, Antigua del Camino”. Es una iconografía conocida generalmente con el nombre italiano de Pietà,
y no precisamente porque las representaciones italianas sean las más
antiguas, sino por la popularidad que adquirieron algunos ejemplos
realizados por Botticelli o Tiziano, o la más conocida ejecutada por
Miguel Ángel: la Piedad del Vaticano.

Es, sin duda, el tema más humano de la Pasión. La iconografía tiene una gran similitud con la imagen de la conocida como Virgen de la Humildad, de claro origen italiano,
y en la que María aparece sentada en el suelo mientras amamanta al recién nacido en una actitud maternal. En la Pietà
el pequeño Jesús es sustituido por el Hijo torturado, crucificado y
muerto. Es una imagen que refleja la desesperación y el dolor, pero
también una rebelión contra la realidad insufrible y, a veces, un
profundo desamparo y resignación.

A pesar de la posibilidad de antecedentes italianos, las primeras representaciones de la Piedad, de la Dolorosa,
se inician en Alemania, en los claustros de religiosas del valle del
Rin. Esta presencia en los conventos femeninos se debe a que el tema es
fruto de la mística de la Baja Edad Media, que toma como referencia la
conocida loa religiosa escrita por el franciscano Jacopone de Todi a
finales del s. XIII, que ensalza los sufrimientos de María en su
conocida obra Stabat Mater (“Estaba la Madre …”). Posteriormente
es desarrollada por la literatura piadosa franciscana, dominica y
cisterciense, y que fue pieza fundamental en el contenido de los Breviarios de Pasión utilizados en las congregaciones de monjas.
Las primeras
tallas, de pequeño tamaño, resultan muy expresivas. Como ejemplo, la
más antigua que se conserva datada a comienzos del s. XIV, la Piedad de Roettgen,
actualmente en el Museo de Bonn, de 88 cm. de altura y considerada como
una de las representaciones más conmovedoras del arte cristiano. De
autor anónimo y realizada en madera policromada, esta primera muestra
representa a María como Dolorosa, sobrecogida por el dolor que
supone sostener sobre su regazo al Hijo brutalmente torturado y muerto,
con la cabeza coronada de espinas y las múltiples heridas abiertas y
sangrantes, entre las que sobresale la llaga del costado.
Esta iconografía se la conoce también como “Vísperal”,
en clara alusión a las Vísperas del Viernes Santo, hora litúrgica que
coincide con el atardecer, momento en el que se piensa que Jesucristo
fue desclavado de la Cruz y puesto en brazos de su Madre.
En el s. XV
la rigidez de estas primeras representaciones se trasforma en formas y
figuras más amables influenciado por el “estilo internacional” del
momento. Ahora María es más joven, el tamaño es más real y manifiesta un
dolor más contenido ante el cadáver de Cristo.
La representación de la Piedad
varía también en su composición. De los dos personajes habituales,
puede derivar a cuatro añadiendo al conjunto María Magdalena y San Juan,
éste último, normalmente, atiende la cabeza de Cristo, mientras la
Magdalena se encuentra a los pies del crucificado. También pueden
existir conjuntos de seis, siete u ocho; los cuatro personajes ya
citados se completan con una de las dos parejas formadas por María
Salomé y María Cleofás o bien, por Nicodemo y José de Arimatea o, en
otros casos, todas las figuras nombradas.
En la
creación de esta imaginería influye también poderosamente el desaliento
de los habitantes de centroeuropa, que padecen en aquel tiempo dos
grandes sucesos: la Guerra de los Cien Años (entre
1337
a 1453) y la Peste Negra (del 1346 y 1347). En medio de estos dos
terribles acontecimientos, los artistas renuevan la iconografía
tradicional, fijándose principalmente en los episodios de la Pasión, con
escenas patéticas que tratarán de conmover y originar compasión entre
los devotos cristianos que, sobre todo hacia la mitad del XIV, conocerán
una vida repleta de peligros y dificultades.

Además,
durante el Barroco y de siguiendo los preceptos del Concilio de Trento
encaminados a remover la devoción entre los fieles, esta imaginería
obtuvo gran popularidad y, aún hoy, continúa siendo una de las imágenes
de la Pasión más populares, además de protagonista de centenares de
desfiles procesionales durante la Semana Santa.
Expresamente, el tema de la Piedad no se menciona en los Evangelios, donde solo aparecen referencias al dolor de María en San Lucas (2, 35): “ … y una espada atravesará el corazón para que se descubran los pensamientos de todos”.
Santa Brígida de Suecia en sus Profecías y Revelaciones, escribe: “A
medida que todos se iban marchando, vino un hombre, y le clavó una
lanza en el costado con tanta fuerza que casi se le salió por el otro
lado. Cuando le sacaron la espada, su punta estaba teñida de sangre roja
y me pareció como si me hubieran perforado mi
propio corazón cuando vi a mi querido hijo traspasado. Después lo
descolgaron de la cruz y yo tomé su cuerpo sobre mi regazo. Parecía un
leproso, completamente lívido. Sus ojos estaban muertos y llenos de
sangre, su boca tan fría como el hielo, su barba erizada y su cara
contraída”.

En la célebre Leyenda Dorada, Santiago de la Vorágine habla en uno de sus capítulos de la Virgen de la Piedad basándose en el Evangelio de San Juan ( 19, 25-27): “
La Virgen, Madre de Dios, pues lo había engendrado, permaneció junto a
la Cruz en que su hijo agonizaba transida de inmensa aflicción. Los
dolores de esta madre fueron tan intensos al ver morir de aquel modo a
su Hijo que casi murió también ella de compasión.”
La propia Santa Teresa de Jesús, en una de sus visiones místicas ocurrida en Sevilla en 1575, relatará el suceso vivido: “… estando en maitines, el mismo Señor, por visión intelectual, tan grande
que casi parecía imaginaria, se me puso en los brazos a manera como se pinta la “Quinta Angustia”. Hízome temor harto esta visión, porque era muy patente y tan junta a mí, que me hizo pensar si era ilusión.”

Estas dos últimas citas, no dejan de ofrecer grandes dudas y confusionismo que llegan hasta la actualidad. La imagen de la Piedad, ¿es la Quinta o Sexta Angustia?
Las conocidas “siete angustias”, “siete dolores”,
son un conjunto de sucesos de la vida de la Virgen María, que poseen
también origen alemán. Fueron instituidos y celebrados por primera vez
en 1423 en la ciudad de Colonia por el obispo Teodorico de Meurs, y
tenían como objetivo reparar las burlas que los herejes husitas
(Bohemia) hacían de las imágenes de Cristo y de la Piedad.
Así todo,
aunque su origen haya sido éste, no podría faltar en las devociones y
celebraciones cristianas, la trasferencia de la mitificación del dolor y
del sufrimiento a la figura femenina. En una religión como la
cristiana, en la que el dolor está omnipresente. Frente a la figura del
hombre, de Cristo torturado y crucificado, tiene que existir la Madre Dolorosa. Estos son los siete dolores, las siete angustias de María:
1º La profecía de Simeón.
2º Huida a Egipto.
3º Pérdida de Jesús en el Templo.
4º Encuentro de María con Jesús camino del Calvario.
5º Agonía y muerte de Jesús en la Cruz.
6 º Descendimiento de Jesús a los brazos de María
7º Entierro de Cristo.
Así se completan los “siete dolores”, las “siete angustias”, los “siete cuchillos”
que atraviesan el corazón de María. El número de dolores se fue
incrementando hasta llegar a alcanzar la cifra de ciento cincuenta,
aunque siempre a prevalecido el número “siete” que,
verosímilmente, se sostuvo por la trascendencia de dicha cifra en la
mayoría de las culturas y en particular en la forma de pensar medieval.
Tienen su correspondencia, por ejemplo, con las siete horas del Oficio
Divino e igualmente con los siete gozos de María. Como curiosidad,
señalar que el número siete se utiliza frecuentemente en la Biblia: en
el Antiguo Testamento el número 7 aparece 77 veces.
La devoción a los Dolores, a las Angustias de
la Virgen María fue extendida especialmente por los servitas, Orden
fundada por siete patricios de Florencia a mediados del siglo XIII. La
historia nos cuenta cómo se reunían estos hombres piadosos y cómo, poco a
poco, fue surgiendo la Orden de los Siervos de la Virgen o Servitas,
cuyo principal cometido era el meditar sobre la Pasión de Cristo y los
Dolores de su Madre.
Anteriormente ya hemos mencionado que la figura de la Piedad, es denominada frecuentemente como Quinta Angustia. La distinción en las representaciones de las denominadas Quinta o Sexta Angustia está bastante clara. Se considera Quinta Angustia toda aquella imagen de la Virgen que se encuentre en el Calvario, a los pies de Cristo agonizante o muerto en la Cruz.
La Sexta Angustia serían todas aquellas imágenes que muestran a María con el cadáver de Cristo en sus brazos, pero también las escenas que representan el Descendimiento, poco antes de la entrega del cuerpo del Hijo a María. El conocido cuadro de Matías Grünewald sería el perfecto ejemplo de representación de la Quinta Angustia. Es una obra impresionante y desgarradora que representa la Crucifixión en toda su crudeza.
Anteriormente ya hemos mencionado que la figura de la Piedad, es denominada frecuentemente como Quinta Angustia. La distinción en las representaciones de las denominadas Quinta o Sexta Angustia está bastante clara. Se considera Quinta Angustia toda aquella imagen de la Virgen que se encuentre en el Calvario, a los pies de Cristo agonizante o muerto en la Cruz.
La Sexta Angustia serían todas aquellas imágenes que muestran a María con el cadáver de Cristo en sus brazos, pero también las escenas que representan el Descendimiento, poco antes de la entrega del cuerpo del Hijo a María. El conocido cuadro de Matías Grünewald sería el perfecto ejemplo de representación de la Quinta Angustia. Es una obra impresionante y desgarradora que representa la Crucifixión en toda su crudeza.

Hoy, Viernes de Dolores, ha vuelto a salir por las calles de León a las 8 de la tarde, en las Vísperas, La Piedad leonesa, la Morenica del Mercado, Nuestra Señora del Mercado, la Antigua del Camino, anunciando la Pasión de Cristo y el comienzo de la Semana Santa. La acompañaban, como está “escrito” desde el s. XVIII, cientos de mujeres con velas que han llenado de devoción y olor a cera las calles de la ciudad antigua.
- Nuestra Señora de las Angustias. Guillermo Doncel. S. XVI. Iglesia Santa Nonia de León.
- La Piedad. Miguel Ángel.
- Virgen de la Humildad. Anónimo.
- Nuestra Señora de las Angustias. L.S. Carmona. S. XVIII. Parroquia San Martín de León.
- Piedad de Roettgen.
- Quinta Angustia. Monasterio de Santa María de Sandoval. León.
- Peste Negra (fragmento). Anónimo.
- Quinta Angustia. Escuela Nicolás Francés. S. XVI. Mural trasaltar. Catedral de León.
- Quinta Angustia. Óleo s. XV, Escuela de Memnling. Museo Catedral de León.
- La Quinta Angustia de Santa Teresa. Beatriz Barrientos.
- Virgen de los Siete Dolores. Vrouwekert.
- Nuestra Señora del Camino. S. XVI, anónimo. Santuario Virgen del Camino. León.
- Crucifixión de Matías Grünewald.
- Nuestra Señora del Mercado, Antigua del Camino. Viernes de Dolores 2014.
- Nuestra Señora del Mercado, Antigua del Camino. Viernes de Dolores 2014.